Este año, si Dios quiere, y una pequeña lesión, en concreto una bursitis en el glúteo, me lo permite, me dispongo a hacer el Camino de Santiago. Estoy concienciada, entrenando, desde esta semana, con mi padre cada día, y decidida a que necesito hacerlo. De momento, vamos a ser tres amigas las que llevamos esto adelante.
Necesito caminar, aclarar, asentar y ordenar todos mis pensamientos. Vivir la emoción que coloca todos los sentimientos, echar de menos o no hacerlo, compartir, llorar hasta partir el corazón y disfrutar de la espiritualidad que los que lo han vivido, me cuentan. Estoy viviendo con los sentimientos al borde de la piel, que casi puedo verlos... Creo que es el momento.
Para mi va a ser una manera de vivir mi Fé. Sentir que camino con Él, más cerca de lo que lo hago en mi día a día, si eso es posible, y encontrar respuestas a tantas preguntas. Sé que voy a conseguirlo.
Quiero que sea especial, aunque para eso, sólo tengo que querer...
Ya os contaré como van nuestros planes.
Buen fin de semana a todos, y no os olvidéis de sonreir.
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