miércoles, 14 de abril de 2010

Introspección

Me dedico parte de esta mañana, quizás mientras conduzco, a realizarme una introspección.
Ese momento, es uno de los que siempre aprovecho para analizar, visualizar, reflexionar, y salvo algún descerebrado que me disputa un semáforo, voy con calma porque no me apetece quejarme como hace todo el mundo. Nunca entendí a los que se quejan todo el tiempo por todo: ¡Ésta es la vida señores, pasen y vean!
Os preguntaréis qué sentido tiene mirar hacia dentro cuando en realidad, todos los ataques provienen del exterior. Pues hace unos días, recibí un correo muy inspirador, de alguien de quién siempre vienen las cosas más buenas, y en él, la vida se nos mostraba como un reflejo de nosotros mismos, como si fuera el eco. Si tú gritas al eco que eres importante, el eco te responde: "eres importante!", lo crees, te llenas de esa energía positiva, y así con el resto de las cosas.
Me hizo pensar, que a lo mejor, los ataques que recibo y que me llevan a empujones, pueden ser culpa mía. Me explico: puede que haya algo en mi interior que produzca esos efectos en los que me golpean. No lo sé, la verdad es que soy buena encajadora y cambio el sentido del impacto para sufrir un poco menos, o para sufrir sólo para mi. Hay días en los que todo te hace daño, pero no lo cuentas, y hay otros en los que tú te haces daño, y tampoco lo cuentas, habrá que empezar a distinguirlo.
Buen día a todos.

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